21 de abril de 2010

Breve historia de los Emiratos Árabes Unidos (mi versión de los hechos)

En primer lugar, quiero pedir disculpas a todos los seguidores de Medirranean Style (miles y miles se cuentan por todo el mundo) por estar tanto tiempo sin postear (publicar). Pero ¡ya estoy aquí de nuevo! Y, para compensar tan larga ausencia, retomaré mi blog con un artículo de Historia, tras una ardua labor documental que ha consistido básicamente en un crucero que hice las pasadas vacaciones de Semana Santa por el Golfo Pérsico. Tal vez los cristianos más puristas os sorprendáis de mi conmemoración de la Pascua en tierras islámicas, pero ¿qué esperabáis de una persona que celebró la pasada Navidad comiendo couscous...?

Breve Historia de los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahrain (principales objetos de mi investigación)
¿Qué sucedería si un día, inesperadamente, estando en la ducha, abres el grifo y, en lugar de agua, empezaran a salir billetes de quinientos euros? Pues lo que sucedería es que de la noche a la mañana habrías pasado de ser un pobre currito (eso en el caso que tuvieras la suerte de tener el susodicho) a convertirte en un personaje más rico que el Tío Gilito. Entonces, como les pasa a todos los “pobres-nuevos ricos”, seguramente se te volvería la cabeza del revés y empezarías a gastar tu dinero fácil a espuertas de forma estrafalariamente absurda.

Más o menos esta introducción la hago a modo de entendimiento y justificación de lo que les sucedió a unos humildes pescadores que, por suerte para ellos, en lugar de faenar en aguas del Indico, apresaban sus piezas a orillas del Golfo Pérsico. Un día, tiraron la caña y, en lugar que picara una sardina, se encontraron con una cosa negra y licuosa por lo visto muy muy valiosa, según les explicaron los británicos que como siempre pasaban por allí y se las sabían todas. Pero como ésto no eran pirámides, ni joyas, ni momias que luego pudieran exponer en su British Museum, el expolio se les fastidió y pensaron que lo mejor sería llevar ellos mismos el negocio desde allí.
-  Oye Mohamed, dejad esto en nuestras manos que nosotros nos encargamos de todo.
-  Oye Richard Jones, mejor déjalo tú que ya nos espabilamos nosotros.
Y así fue como Mohamed se hizo jeque y se montó en el petrodólar. De momento, y hasta que se les acabe el chollo (ciento treinta años más o menos es lo estimado), siguen al negoci -os recuerdo que el negoci consiste en abrir el grifo- y nosotros a seguir asombrándonos de cómo crecen las flores en medio del desierto con cuarenta y cinco grados en la sombra (en el caso que la encuentres).

     Jardines del Palacio del Sultán de Omán
    
Mezquita del Sheikh Zayed - Abu Dhabi (la tercera más grande del mundo)

        Dubai, antes de abrir el grifo y ¡sorpresa!
       Dubai, después...
      Burj Arab (7 estrellas)
Burj Khalifa (la torre más alta del mundo en la actualidad. Las treinta primeras plantas, de las 192 que tiene, serán el Armani Hotel)

El Jeque Khalifa de Abu Dabhi se quedó muy contento que firmara en el libro de visitas

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