18 de enero de 2011

Todo lo que seguramente no voy a hacer en el 2011

Empieza un año nuevo y este blog se parece cada día más a mi casa ¡con las cosas de Navidad aún por en medio! Así que me he dicho "¡Venga, hija! arráncate con algo que, si no, vas a perder a los pocos seguidores que te quedan". Porque eso es una cosa que le pasa a los blogs, si las tres últimas veces que entras te sorprende siempre con el mismo artículo, piensas que aquí hay menos renovación que en la sala de espera de tu dentista, que la última vez que fuiste a hacerte un empaste casi mueres del soponcio con la portada del Semana: "Boda de Julio Iglesias e Isabel Preysler" ¡Toma, que han vuelto! Luego, te fijas mejor y ves que la revista data de 1970 "¡Aaah! ya decía yo...". Pues eso, que voy a hacer un masaje cardiaco style y a ver si Mediterranean resucita.

- Y ¿sobre qué escribo?
- Pues no sé, tú ponte en el teclado, mueve los dedos y ¡lo que salga!

Nota del autor: ésto es un dialogo entre mi conciencia y yo.

- ,haseitmncbAKUWDGKH,VDF,jgd,jswavbjhfalef<.

Es que, así, a bote pronto, es lo que sale... Claro, que si en lugar de lo que sale de los dedos al moverlos sin ton ni son, me dedico a escribir lo que sale de mi mente, se me ocurre "hablar" acerca de mis propósitos para el nuevo año. Sí, eso haré; un post sobre mis deseos para el año entrante.
Normalmente, enero me lo paso divagando acerca de la infinidad de tareas estimulantes que emprenderé en el año que ante mí se presenta. Los once meses restantes me los paso incumpliendo todas y cada una de ellas. Pero no penséis que el proceso es tan frustrante como parece. De lo dicho a lo no hecho me doy realmente cuenta en enero del siguiente año.

- A ver, para este año... correr la maratón de Nueva York.
- ¿Pero eso no era el año pasado?
- Sí, era, pero no fue.
- Pues de este año que no pase.

Mi conciencia es que se preocupa mucho. En cambio, yo sólo veo ventajas a mis despropósitos. Con sacar la misma lista de nuevo y rehacerla ¡facilísimo!

Normalmente, el proceso es sencillo; consiste en un memorandum que sigue un esquema muy simple:
Este año... quiero... y para ello debo...

Ahora veréis...

Este año 2011 quiero correr la maratón de Nueva York y para ello debo entrenar cada día. Bueno, cada día excepto los lunes, que aún suelo estar arrancando motores; los martes... los martes tampoco me viene muy bien, la verdad, porque acabo tarde y suelo llegar a casa, más que con ganas de correr, con ganas de comerme un tiranosaurus rex; los miércoles es que casualmente coincide con el día del espectador y me vendría bien ir al cine y matar así dos pájaros de un tiro, o sea, cumplir otros dos de mis propósitos: ser más culta y ahorrar más; los jueves, negativo; cañita y tapita; los viernes, mal día de cara al fin de semana; los sábados ¡ni tocarlos! Pues me queda el domingo. Vale, reformulo bien el deseo:

  • Este año 2011 quiero correr la maratón de Nueva York y para ello debo entrenar todos los domingos. Y no vale saltarse ninguno.
Y así, sucesivamente, voy retomando todos y cada uno de los deseos que mes tras mes iré abandonando por el camino.

  • Este año 2011 quiero ser más culta y para ello debo ver más "Redes" en lugar de Telecinco, y leer más "El Quijote" en lugar de el "Hola!".


  • Este año 2011 quiero tener el estilo de Olivia Palermo y para ello debo peregrinar este verano a Lourdes en lugar de a Formentera.

Este año 2011 quiero ... Bueno, quiero muchas más cosas pero me las voy a guardar y, así, el año que viene por estas fechas os sorprenderé con un post parecido, pero no igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario