Retomando, simplificando y planeando

¡Ya estoy de vuelta! Pido disculpas por el pequeño paréntesis que me ha tenido apartada del blog más de cuatro años. Y ¿eso por qué? os preguntaréis. Pues siento deciros que la respuesta no es tan interesante como para que justifique una ausencia tan larga, así que me ahorraré el contárosla e iremos al meollo de la cuestión: desengrasar las neuronas y volver a relatar chorradas varias, eso sí, con mucho "style" mediterráneo (en qué estaría yo pensando cuando le puse el nombre al blog...). Hasta aquí aclarado el primer término del título del presente artículo. Vamos a por el segundo: simplificando. 

Simplificar es a mi persona, como meditar es a un tronista de MYHYV (si desconocéis el significado de estas iniciales, tranquilos que no os perdéis nada). Volviendo al tema, a mí, de toda la vida, se me ha dado mucho mejor complicar. Que tú dices: "Me apetecen unas magdalenas para desayunar". Pues coges, vas a Mercadona, te agencias un paquete de magdalenas Deliplus (o Hacendado, que nunca sé bien qué es que) y a disfrutar. Bien, eso serás tú porque yo, que también iría a Mercadona, me entretendría un poco más en la compra y llenaría la cesta de productos varios tales como un paquete de harina, huevos, aceite, azúcar, levadura, etc., volvería a casa, lo mezclaría todo, lo metería en el horno, lo sacaría, le haría una foto, le pondría mil filtros, la colgaría en Instagram y, entonces y sólo entonces, ya podría desayunar plácidamente. ¿Es eso complicarse o no?.

Pues en esas estamos, en un proceso de aprendizaje hacia la simplificación ¡que me está costando, oiga!. Este blog también va a ser víctima de este cambio, por lo que se acabaron las cien mil fotos retocadas ilustrando los textos. A partir de ahora, os suelto el rollo patatero y post listo. Al menos, esa es mi intención, aunque ya os aviso que no esperéis milagros. 

Finiquitado el tema del simplismo, vamos a por la parte que más me requetegusta: la planificación. Planeando, planeando, mi vida va pasando. Tener un plan en mente es como encender el interruptor de la luz; o sea, sin un plan a la vista, vivo entre tinieblas. Obviamente, ya supondréis que no todo lo que pasa por esta cabecita acaba materializándose, pero planear siempre es el paso previo para alcanzar la meta, o eso leí una vez en un libro de psicología barata (creo que se llama barata porque el que lo escribió se ahorró el dinero de la matrícula en la Universidad). Entonces, más o menos, el tema quedaría así: planeo algo y lo plasmo en un  papel en forma de lista. Que oigo la palabra lista y los ojos se me hacen chiribitas. ¡Me encanta hacer listas! Listas de la compra, listas de los menús de la semana, listas de qué me pongo, listas de las pelis que tengo que ver, listas de las tareas que tengo que hacer, listas, listas y más listas. Creo que si cogiese el papel que he usado durante toda mi vida haciendo listas, a buen seguro se podría repoblar el Amazonas. Y os preguntaréis ¿sirve de mucho hacer listas? Controvertida cuestión. Una vez, por ejemplo, planee un gran viaje, imaginaos la listas y sublistas que salían de ese súper plan. Lista de hoteles, lista del equipaje, lista de restaurantes, lista de monumentos, lista de transportes públicos, lista de espectáculos, lista de ... ¡Un mes entero haciendo listas! ¿Me sirvieron de algo? Pues como soy muy ordenada, algo que dada mi naturaleza obsesiva seguro que ya habíais deducido, me dejé las tropecientas listas en el cajón de la mesita de noche. CONCLUSIÓN: no sé, no hay conclusión y aquí sigo, haciendo multitud de planes y listas; eso sí, todo mucho, mucho más simplificado ;-)

Como veréis hoy es un día lleno de tareas apasionantes. Las que llevan asterisco son las que tengo que HACER YA, pero como eso no suele pasar se repiten en la lista día tras día. Lo de la plancha es obvio que si no lo apunto se me puede olvidar, jeje! Lo de la playa, en cambio, no se me olvida seguro, así que no sé el porqué lo pongo y lo de cenar ensalada es porque, seguramente, llegado el momento, me apetezca de todo menos lechuguita y puede que si lo leo me dé un poco de cargo de conciencia.

Y vosotros ¿sois de complicaros? ¿os gusta hacer planes? ¿necesitáis vivir rodeados de listas incumplidas?. Gracias por comentar. ¡Hasta la próxima!